El SARS-CoV-2 nos ha obligado a distanciarnos. Según una revisión de estudios realizados en animales, desde monos hasta ratones, la ausencia prolongada de interacción social puede no solo perjudicar la salud mental, sino también aumentar el riesgo de mortalidad.
Casi 1,7 millones de personas se han recuperado de la COVID-19 en todo el mundo, pero muchas sufren efectos secundarios de los que aún se conoce poco. El jefe de servicio de Neumología del Hospital Clínico Universitario de Valencia lidera un proyecto que pretende saber de forma precoz quiénes pueden presentar alteraciones funcionales respiratorias a corto y medio plazo.
El roedor doméstico, originario de Oriente Medio, está presente en todo el mundo. El análisis de 800 restos fósiles procedentes de 43 yacimientos revela que las actividades humanas favorecieron su propagación a Europa hace entre 6.000 y 4.000 años, coincidiendo con la domesticación de los gatos en el continente.
La población de Perú es una de las más bajas del mundo, con medias de 165,3 cm en los hombres y 152,9 cm en las mujeres. Esta altura está asociada a una variante genética, hasta ahora desconocida, que se encuentra en el 5 % de ellos y que les hace ser hasta 4,4 centímetros más bajos.
El hallazgo en una cueva búlgara de un molar y cuatro pequeños fragmentos óseos humanos, así como miles de huesos animales y un conjunto de piedras, herramientas y adornos de hueso, ratifican la presencia en Europa del Homo sapiens hace 45.000 años. Estos fósiles son la evidencia más antigua y directa de la llegada de los humanos modernos al continente.
La búsqueda de soluciones para la COVID-19 se ha convertido en el primer objetivo de decenas de grupos de investigación. Varios de ellos trabajan ya con anticuerpos de camélidos, cuya estructura, tamaño y estabilidad permitirán desarrollar tratamientos y vacunas contra la infección.
Gracias a las imágenes de tomografía computarizada de 1.675 roedores, un equipo de científicos ha logrado crear un mapa 3D que muestra a escala celular todo el cerebro de su especie. Esperan que sirva como nuevo atlas de referencia de la estructura cerebral.
Las ciudades han enmudecido y con ellas prácticamente toda actividad humana por la pandemia de COVID-19. Sin tráfico, fábricas, trenes, conciertos ni multitudinarios espectáculos deportivos, solo queda el ruido que emiten las entrañas del planeta. Así los revelan los aparatos instalados en toda la geografía española para medir los terremotos que se producen bajo nuestros pies.
Del tamaño de un lémur, este nuevo mamífero se encuentra entre los más grandes del Mezosoico, que solían ser como un ratón cuando convivían con los dinosaurios hace 66 millones de años. El hallazgo en Madagascar del esqueleto más completo de un gondwanaterio –que habitó en el antiguo supercontinente Gondwana–, revela características óseas primitivas únicas, posiblemente por su aislamiento.
Othnielosaurus fue un pequeño dinosaurio bípedo de menos de dos metros de longitud y 15 kilos de peso que vivió a finales del Jurásico en lo que hoy es Norteamérica. Los fósiles de un individuo de esta especie, de hábitos vegetarianos, revelan que sufrió dos fracturas en su pie izquierdo, además de artritis, lo que le provocó una cojera que pudo acelerar su muerte.