Más allá de acabar con las especies a las que van dirigidas, los plaguicidas están causando efectos devastadores en cientos de especies de microbios, hongos, plantas, insectos, peces, aves y mamíferos de todo el planeta.
La tortuga boba puede aprender y recordar la firma magnética de una zona y realiza una ‘danza’ cuando se encuentra en un lugar que asocia con comida. La investigación, publicada esta semana en la revista Nature, presenta cómo las especies migratorias navegan utilizando el campo magnético de la Tierra.