Los océanos de magma fundido de los exoplanetas pueden disolver el H2O que, atrapado en gotitas de hierro, desciende hasta el núcleo. Este hallazgo redefine las estimaciones sobre la cantidad de este líquido vital y reajusta las predicciones de habitabilidad de varios cuerpos celestes.
Un equipo de investigadores ha analizado isótopos de rutenio en muestras de hace 66 millones de años. Han encontrado que el meteorito de Chicxulub procedería, con mucha probabilidad, de un asteroide de tipo C que se formó en la parte exterior de nuestro sistema solar, descartando además su origen como cometa.