La atmósfera, cada vez más sedienta por el calentamiento global, absorbe más agua en forma de vapor y ha intensificado las sequías en un 40 % incluso en zonas donde no ha disminuido la lluvia. Esta ‘demanda evaporativa’ obliga a replantear su monitoreo más allá de las precipitaciones.
El último lanzamiento de la empresa de Elon Musk llega más lejos que las misiones anteriores hasta situarse en la órbita terrestre. No obstante, el cohete sufrió una fuga inesperada de combustible que provocó la pérdida de control y que finalmente cayese en el Océano Índico.