Los resultados de dos investigaciones publicadas esta semana cuestionan la seguridad y eficacia de uno de los analgésicos más recetados: una detecta un mayor riesgo de crisis epilépticas en personas mayores y otra revisa su limitada capacidad de hacer frente al dolor crónico.
Un estudio de la Universidad de Cambridge muestra que el análisis genético integral de los tumores permite personalizar la terapia y predecir mejor el pronóstico en uno de los cánceres más comunes entre las mujeres.
Con el apoyo financiero de algunas grandes fortunas, la ciencia de la longevidad está haciendo grandes avances para estirar nuestra esperanza de vida. Sin embargo, vivir un siglo o más no servirá de mucho si la cabeza no nos funciona.
Un estudio internacional con más de mil especies de mamíferos y aves revela que la diferencia en la esperanza de vida entre sexos está marcada por la selección sexual, el cuidado parental y la genética.
Un equipo de la Universidad de Tokio documenta por primera vez el caso de una planta que reproduce el olor de insectos atacados por arañas para atraer moscas y lograr la polinización, lo que se conoce como mimetismo floral.
Investigadores de todo el mundo subrayan que no hay pruebas de que el paracetamol cause autismo; estudios con datos de millones de niños descartan un efecto causal y destacan el papel central de la genética y otros factores de riesgo en su aparición.
Una investigación demuestra que las frutas maduras que consumen estos primates en África contienen suficiente etanol como para exponerlos crónicamente al alcohol. Los resultados sugieren un origen evolutivo compartido con los humanos en la atracción hacia esta sustancia.
Se han detectado 31 casos en aves silvestres y 4 en ejemplares de corral. Tres investigadoras alertan de que los riesgos para las aves crecerán con la llegada del otoño, aunque el impacto en humanos se considera muy bajo.
La muerte de varios adolescentes tras interactuar con chatbots como ChatGPT o Character.AI ha encendido las alarmas sobre el uso de estas tecnologías por parte de jóvenes en situación de vulnerabilidad emocional. Ahora son parte del problema, ¿pero podrían llegar a ser una solución?
Un equipo internacional ha identificado la proteína ApoD, cuya producción aumenta con la edad y debilita la respuesta inmunitaria. Esto explicaría por qué las personas de más edad sufren complicaciones al infectarse con el virus y apunta a una nueva vía para terapias futuras.