Un estudio realizado en ratones ha encontrado que la ingesta prolongada de este edulcorante, muy utilizado en productos light, puede tener un impacto perjudicial en la función de estos órganos, incluso usado en dosis bajas.
Una investigación revela que la composición del microbioma intestinal de las ratas no está determinada únicamente por los genes del propio individuo, sino también por los genes de aquellos con quienes conviven.