Un estudio de IrsiCaixa señala que esta disminución se relaciona con la introducción de fármacos inhibidores de la integrasa, que evitan la inserción del virus en el ADN celular. Esta estrategia ha permitido reducir el número de células con virus “escondidos” en el organismo.
Los esperanzadores avances biomédicos de las últimas décadas para responder a esta pandemia contrastan con la discriminación y el rechazo que aún sufren quienes la padecen. La celebración este 1 de diciembre del Día Mundial del Sida recuerda que esa respuesta pasa también por proteger los derechos de las personas.