La corteza prefrontal de los primates combina patrones neuronales modulares para construir comportamientos complejos. Esta capacidad de mezclar y recombinar ‘subtareas’ podría explicar por qué los humanos aprendemos más rápido y sin olvidar lo ya adquirido.
Un equipo del Centro de Regulación Genómica de Barcelona ha identificado regiones del ADN humano con una con una tendencia inesperadamente elevada a mutar, un hallazgo que podría redefinir la interpretación de ciertos análisis genéticos y mejorar la comprensión del origen de algunas enfermedades.