Dos nuevos estudios muestran que el cansancio psicológico al dejar el tabaco es un factor clave en las recaídas, mientras que abandonar el hábito, incluso a partir de los 50 años, se asocia con un declive cognitivo más lento.
Un estudio piloto sugiere que medicamentos como Ozempic o Wegovy retrasan la absorción del alcohol en el organismo, lo que atenúa la sensación de embriaguez y disminuiría las ganas de beber.