La aplicación de residuos procedentes de la extracción del aceite de oliva contribuye a la recuperación medioambiental de suelos afectados por la actividad minera. Así lo determina un estudio publicado en el que participan la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y el CEBAS-CSIC de Murcia.
Un trabajo realizado por investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), el CEBAS-CSIC de Murcia, la Queen’s University de Belfast y la Universidad de Berna (Suiza), ha permitido establecer los efectos medioambientales de la aplicación de residuos compostados de alperujo en suelos afectados por la actividad minera. Estos suelos se caracterizan por la presencia de metales y metaloides contaminantes, así como por frecuentes condiciones de inundación.
El alperujo es un subproducto pastoso, generado por la molturación de la aceituna en el proceso de extracción del aceite de oliva. Aunque aplicado en bruto puede contaminar suelos y aguas, en los últimos años viene demostrando provechosas aplicaciones medioambientales a partir de su compostaje.
De acuerdo con el trabajo, publicado en la revista Environmental Pollution, la aplicación de compost de alperujo en suelos de la zona minera de Rio Tinto (Huelva) causó una importante solubilización de arsénico. La aplicación de fertilizantes inorgánicos sobre los mismo suelos, por su parte, solo tuvo ligeros efectos sobre este elemento.
“Lo sorprendente de estos suelos es que, independientemente de la enmienda orgánica, la especie predominante de arsénico soluble fue el ácido dimetilarsénico. La aplicación de compost causó también la solubilización de cobre y selenio, principalmente asociado al aumento de carbono orgánico soluble, mientras que inmovilizó cinc y cadmio”, especifica Eduardo Moreno, investigador del departamento de Química Agrícola de la UAM y primer firmante del trabajo.
El estudio determinó también la volatilización de metaloides en los suelos: el selenio volátil se redujo en los suelos enmendados con materia orgánica, mientras que la volatilización de arsénico no fue significativa.
Mejorar suelos mineros
Según los autores, estos resultados apoyan el uso de materia orgánica para mejorar suelos mineros por su papel en el secuestro de carbono y su influencia en la fertilidad y calidad de los suelos para iniciar la restauración ecológica de las zonas degradadas y desnudas de vegetación. Los resultados, indican igualmente los autores, también ponen de manifiesto que se debe monitorizar la movilidad de los contaminantes, especialmente tras la adición de la enmienda al suelo.
“El alperujo es un residuo abundante en España. Su tratamiento y posterior aplicación al suelo sería una alternativa viable y medioambientalmente aceptable para su reciclaje. La intensa metilación del arsénico en este suelo, actividad que suele ser mediada por microorganismos, presenta un nuevo reto en investigación”, señala Moreno.
En cuanto a los métodos del estudio, los investigadores utilizaron una serie de reactores en los que colocaron el suelo y aplicaron dosis realistas de compost de alperujo y de sales inorgánicas de nitrógeno, fósforo y potasio. Los reactores se mantuvieron bajo condiciones controladas de temperatura durante dos meses y se realizaron muestreos periódicos de la disolución del suelo y de la atmósfera del reactor.
Para la caracterización de las especies solubles de arsénico utilizaron tecnologías analíticas avanzadas como la espectrometría de masas para producir iones (ESI-MS) y la espectrometría de masas con fuente de plasma de acoplamiento inductivo (ICP-MS).
Referencia bibliográfica:
Moreno-Jiménez E, Clemente R, Mestrot A, Meharg AA. Arsenic and selenium mobilisation from organic matter treated mine spoil with and without inorganic fertilisation. Environ Pollut. 2013 Feb;173:238-44. doi: 10.1016/j.envpol.2012.10.017.
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