La enfermedad RHD porovoca una letalidad de hasta el 90% en conejos adultos. Una investigación del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón revela que es inviable erradicar la enfermedad, pero sí se puede mantener bajo control.
El Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón, CITA, junto con la Gerencia de Control de Enfermedades y la Dirección Adjunta de I+D+i de TRAGSA llevan desde 2008 investigando la enfermedad hemorrágica del conejo (RHD por sus siglas en inglés), que puede producir una letalidad próxima al 90% entre conejos adultos.
En una primera fase observaron como poblaciones aquejadas por la enfermedad, consiguieron alcanzar densidades elevadas y en las que aparentemente el impacto de la RHD era relativamente bajo. El mecanismo que se considera responsable de este fenómeno es la reducción de la edad media a la que los conejos son infectados de forma natural por el virus.
Una mayor carga vírica en el medio, a través de cadáveres en la madriguera y de individuos enfermos, consigue que el virus circule rápidamente y casi de forma continua entre la población. De esta forma, los conejos más jóvenes son rápidamente infectados y se inmunizan, ya que la enfermedad cursa sin mortalidad en los de edad inferior a las 8-12 semanas de vida, disminuyendo así el número de ejemplares que son infectados cuando ya son adultos, momento en que la enfermedad es letal para casi todos ellos.
Posteriormente el equipo de investigadores que trabajan en el proyecto liderado por parte del CITA por el Dr. Carlos Calvete, se centraron en desarrollar un protocolo para reproducir, de manera controlada, este proceso natural e incrementar la carga vírica en los momentos más adecuados. El método se ha desarrollado en la finca experimental del CITA 'El Vedado' ubicada en la localidad de Zuera, Zaragoza, donde se crearon varias poblaciones experimentales de conejos silvestres.
La verificación del método ha confirmado la idoneidad de concentrar en esta baza cualquier estrategia de lucha contra la RHD en España, para realizar un manejo menos intensivo de la especie y mantener bajo control la enfermedad ya que erradicarla resulta casi imposible.
La enfermedad ha producido un dramático descenso en las poblaciones de conejos silvestre en todo el país, ocasionando un grave impacto negativo en la mayoría de las especies depredadoras, hasta 30 en España, que tienen en el conejo una presa primordial, así como en las rentas derivadas de la actividad cinegética.
A la espera de los últimos resultados, se prevé que la investigación tenga un gran impacto a nivel técnico y de gestión para las administraciones autonómicas, en las áreas de conservación y gestión cinegética y para organismos nacionales dedicados a la gestión del medio natural.