El proyecto en el que participa la UPO está financiado por el Ministerio de Ciencia y abarca campos dunares de Gran Canaria, Fuerteventura y Cabo Verde.
Los investigadores Fátima Navas y Gonzalo Malvárez, del Área de Geografía Física de la Universidad Pablo de Olavide, participan en el estudio de las consecuencias ambientales inducidas por el desarrollo turístico en la Macaronesia meridional. Este conjunto de archipiélagos compuesto por las Canarias, Azores, Madeira, Islas Salvajes y Cabo Verde, cuenta con el turismo como uno de sus ejes económicos fundamentales y en fuerte expansión. Sin embargo, la concentración de esta actividad en las zonas litorales está generando importantes transformaciones en el medio físico, alterando el ecosistema y propiciando el agotamiento de los recursos naturales.
El objetivo del trabajo, en el que se está aplicando tecnología de vanguardia, es obtener un conocimiento en profundidad del medio en distintos estadios de desarrollo turístico y diagnosticar su estado, así como su perspectiva de evolución según los modelos de comportamiento obtenidos. De esta forma, y con criterios científicos, los investigadores propondrán a las administraciones competentes estrategias que permitan un desarrollo económico positivo para las sociedades locales, pero sin perder un enfoque sostenible del uso de estos frágiles espacios costeros.
Según comenta Fátima Navas, “los enclaves de estudio escogidos para la investigación son sistemas de dunas, donde se ubican las instalaciones y equipamientos que pueden provocar, con el tiempo, variaciones en la dinámica del medio físico y el agotamiento del propio recurso, de forma que lo haga inservible para el uso turístico en el futuro”. En este sentido, la acción del hombre sobre estos entornos provoca que se rompa el equilibrio, alterando los procesos naturales de sedimentación y erosión que tienen lugar a lo largo de la vida del sistema natural.
La investigación, financiada como Proyecto I+D por el Ministerio de Ciencia e Innovación y en el que participan expertos de las universidades de Las Palmas de Gran Canaria, Valencia, Sevilla y Pablo de Olavide, se va a desarrollar en tres escenarios con diferente transformación turística. Por un lado, las dunas de Maspalomas en Gran Canaria se presenta como el asentamiento más antiguo y con mayor grado de intervención humana. Por otro lado, las dunas de Corralejo en Fuerteventura, con un desarrollo intermedio, y finalmente el litoral occidental de la isla de Boa Vista en Cabo Verde, que experimenta un desarrollo incipiente.
Análisis bajo el agua
Aunque el proyecto abarca el estudio de todo el sistema que rodea los campos dunares, que incluye tanto zonas marinas, costeras y de interior, los científicos de la UPO van a concentrar sus esfuerzos en los acontecimientos que tienen lugar debajo del agua. “Las olas son ondas que, según se van aproximando a la costa y rozan con el fondo marino, transfieren su energía poniendo en movimiento los sedimentos allí ubicados. Esos sedimentos se van acumulando en las playas y dunas, siendo devueltos a la zona sumergida en periodos de erosión –normalmente asociados con tormentas-, manteniendo un equilibrio natural en estos dinámicos entornos costeros” apunta Fátima Navas.
Para entender el funcionamiento y evolución de los campos dunares es importante conocer el oleaje y las dinámicas sedimentarias asociadas. Los investigadores de la UPO realizan esta tarea, entre otros, a través del trabajo de campo, nuevas tecnologías de la información geográfica como la teledetección, los sistemas de información geográfica, los modelos matemáticos de simulación, o las tecnologías de posicionamiento global (GPS). “Cartografiar estos procesos dinámicos resulta de gran interés, ya que podemos visualizar y analizar la interacción del desarrollo turístico con el medio natural obteniendo un producto de fácil transferencia y utilidad para los responsables de la gestión o cualquier otro interesado” concluye Fátima Navas.