Justicia ambiental y contaminación atmosférica por dióxido de azufre en Madrid

Desde hace unos años se ha tomado creciente conciencia de que las emisiones contaminantes ocasionadas por actividades humanas, al difundirse por el territorio, no afectan de manera similar a las diferentes categorías sociales. A menudo se ha observado que la exposición a las mismas o sus efectos negativos (las denominadas externalidades espaciales) discriminan y penalizan especialmente a los grupos más desfavorecidos, lo que genera una “injusticia” de origen ambiental. La sólida reivindicación social ha ocasionado que en algunos países se hayan promulgando normas que obligan a medir el grado de equidad / inequidad ambiental que ciertos planes o actuaciones implican, lo cual está demandando estudios y métodos para dilucidar con rigor tal cuestión.

Justicia ambiental y contaminación atmosférica por dióxido de azufre en Madrid
Arriba: Distribución porcentual de la superficie ocupada por cada estrato de renta per cápita 1997 según nivel de SO2 en 1995, Madrid. Abajo: Distribución porcentual de la superficie ocupada por cada estrato de renta per cápita 2000 según nivel de SO2 en 2005, Madrid.

En esa línea, la investigación geográfico-ambiental, llevada a cabo por Antonio Moreno y Rosa Cañada del Departamento de Geografía de la Universidad Autónoma de Madrid y publicado en el Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles (Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles. 44, 301-324), muestra un diagnóstico preciso del grado en que la exposición potencial a la contaminación atmosférica por dióxido de azufre (SO2) afecta desigualmente a las zonas ocupadas por los distintos grupos de renta en la ciudad de Madrid. A tal fin se ha examinado la situación en dos años recientes, 1995 y 2005, con el fin de comprobar el nivel de equidad-inequidad ambiental que la desigual exposición ocasiona. A tal fin se han usado datos de renta per cápita por unidades espaciales pequeñas conteniendo entre 1000-2000 habitantes (secciones censales) y de polución registrados en los observatorios de vigilancia. En la investigación se ha debido estimar, mediante técnicas de interpolación espacial, el grado de concentración atmosférica de ese contaminante en todo el espacio urbano madrileño, para luego confrontar el mapa de la contaminación con el de las rentas personales, usando la tecnología de los sistemas de información geográfica (SIG). La aplicación de diversas técnicas estadísticas ha hecho posible establecer nítidamente si los niveles de polución bajos, medios o altos por dióxido de azufre eran soportados de manera proporcionalmente igual entre los grupos de renta bajos, medios o altos. Los resultados han puesto de manifiesto que en 1995 la calidad del aire (a tenor de la concentración de SO2) era particularmente peor en las zonas de renta superior (en gran medida situadas en el interior de la ciudad). En 2005 tal rasgo persistía, si bien la importante disminución de ese contaminante en Madrid, ocasionaba una mayor igualdad entre las distintas zonas de renta. El examen en los dos momentos permite evidenciar el resultado, en términos de equidad ambiental, de las políticas de reducción de emisiones de dióxido de azufre (e. g. la sustitución de calderas de calefacción de carbón).

Finalmente cabe subrayar que el método aplicado, que combina los SIG y técnicas estadísticas, permite elaborar diagnósticos efectivos de situaciones urbanas y, por tanto, analizar políticas públicas y tomar decisiones congruentes con el ya bien reconocido principio de justicia ambiental.

Publicado en Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, nº 44, 2007, p. 301-324. Disponible en http://age.ieg.csic.es/boletin/44/14-moreno.pdf

Fuente: Universidad Autónoma de Madrid
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