Las especies invasoras son la segunda causa de pérdida de biodiversidad en el mundo

Para Concha Durán, bióloga de la Universidad de Navarra (UN) y jefa del Servicio Ecológico de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), lLa incursión de especies invasoras es la segunda causa de pérdida de biodiversidad en el mundo”. La experta ha intervenido en las I Jornadas sobre especies invasoras de agua dulce.

Jornadas sobre especies invasoras. Facultad de Ciencias de la Universidad de Navarra
Concha Durán, jefa del Servicio Ecológico de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).

Según ha afirmado la especialista en las Jornadas de especies Invasoras de la Facultad de Ciencias de la UN, la afección socioeconómica del mejillón cebra, especie invasora de la cuenca del Ebro, "es evidente", pero también lo es ya su impacto medioambiental.

“En contra de la idea extendida de que el mejillón cebra limpia las aguas, lo que sucede es que el filtrado que provoca acaba con el fitoplancton de las cuencas y por lo tanto, con la base de la cadena trófica que sustenta a las demás especies. Al mismo tiempo, su efecto de filtrado hace que aumente la transparencia del agua y, con ella, la presencia de algas sumergidas, muy dañinas para otras especies y cultivos”.

Esta información viene a corroborar las investigaciones que Rafael Araujo, biólogo del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) desarrolla desde hace casi una década. Fue en 2001 cuando se descubrió la presencia de esta especie invasora en algunas cuencas de ríos españoles. E la actualidad, ya ha afectado a seis grandes cuencas del Ebro.

Respecto a las pérdidas económicas que produce este crustáceo, la investigadora subraya que en el caso de la CHE el dinero invertido para erradicarlo supera los dos millones de euros: "una suma dedicada sobre todo al control y prevención".

Los regantes, por su parte, “han empleado grandes sumas para instalar sistemas de control mediante cloro y peróxido de hidrógeno. Un ‘tratamiento’ que acaba con el mejillón cebra al 100% en sistemas cerrados como balsas y canales de riego, pero no en los ríos -el origen del problema-, donde no es posible utilizarlo por los daños ambientales que causaría”, explicó.

Cloro y peróxido de hidrógeno contra el mejillón cebra

En relación a los métodos para acabar con la invasión del mejillón cebra, Concha Durán insiste en que el uso de cloro y peróxido de hidrógeno sólo acaba con él en su destino, no en el origen (cuencas de los ríos), para lo que no existe ningún método efectivo.

“La esperanza se encuentra en la investigación que se desarrolla sobre todo en centros de EE UU, que apunta a las toxinas generadas por las bacterias Pseudomonas fluorescens como posible tratamiento contra el crustáceo en aguas abiertas”, adelanta la bióloga.

Fuente: Universidad de Navarra
Derechos: Universidad de Navarra

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