El proyecto ¿Malas hierbas o diversidad vegetal?, financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad, tiene como objetivo verificar la eficacia de algunas de las medidas destinadas a fomentar la biodiversidad en el valle del Ebro. Tres de ellas cumplen con su objetivo.
El proyecto ¿Malas hierbas o diversidad vegetal? Su papel como indicador de la eficiencia de medidas agroambientales y de técnicas de agricultura de conservación en secanos cerealistas de Aragón” indica que las tres medidas adoptadas para fomentar la biodiversidad en el valle del Ebro. Así lo demuestran los resultados preliminares y los trabajos realizados en distintos municipios de Zaragoza y en Calamocha (Teruel).
Las medidas adoptadas son tres: mantener el rastrojo de cereal en secano hasta el 31 de diciembre; sembrar esparceta en secano con el fin de proteger la avifauna esteparia y una tercera, que compromete a los agricultores a la creación y mantenimiento de los márgenes internos en los campos.
El mantenimiento del rastrojo hasta el 31 de diciembre, se ha estudiado en 48 campos de la provincia de Zaragoza en 2010 y 2011, la mitad de ellos cumpliendo la medida. Ambos años se ha encontrado un mayor número de especies arvenses en las parcelas que cumplieron la disposición europea y la cobertura del suelo por rastrojo fue mayor.
La siembra de esparceta también ha incrementado la biodiversidad vegetal en Calamocha (Teruel). Para evaluarla se ha estudiado la flora en seis campos de esparceta en su segundo y tercer año en comparación con seis campos de cereal en monocultivo y otros seis campos de cereal sembrados inmediatamente después de la esparceta.
El resultado es un mayor número de especies arvenses en las parcelas de esparceta que en las de cereal. Estos resultados preliminares, indican que la medida incrementa la biodiversidad vegetal con especies que no interfieren negativamente en el cultivo del cereal, siempre y cuando se realice una labor después del cultivo de esparceta.
Finalmente, en la promoción, creación y conservación de márgenes, ribazos o lineros de los campos se inventarió la flora en 15 campos y sus márgenes internos, en tres localidades diferentes. Los resultados demuestran que la cobertura vegetal del suelo en los márgenes fue muy elevada en todos los casos, cubriéndolo en gran parte. El número de especies en los márgenes fue claramente superior al número de especies vegetales encontrado dentro de los campos colindantes y pocas especies eran coincidentes, por lo que no parecen ser un reservorio de malas hierbas.
Los investigadores de Sanidad Vegetal y especialistas en Malherbología, Alicia Cirujeda, Ana Isabel Marí y Carlos Zaragoza del CITA; y Joaquín Aibar, de la Universidad de Zaragoza, en colaboración con Sonia Murillo, del departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno son los responsables de este trabajo.