Reforestar bosques a cambio de emisiones

Para medir el efecto ambiental de las actividades humanas, se ideó el concepto de la huella de carbono, que mide la masa de CO2 de sus emisiones. Con el proyecto Huellacero, las empresas canjean sus emisiones por actividades de reforestación o gestión de bosques.

poda en altura
Proyecto de poda en altura de pino silvestre en El Royo (Soria) para Huellacero. Foto: DiCYT.

Hasta el momento, dos empresas del sector vitivinícola han logrado el sello que reconoce la participación en el proyecto Huellacero para intercambiar emisiones por reforestaciones. Dos eventos también se han sumado a esta propuesta, puesta en marcha por lLa Fundación Cesefor (Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León) y la cooperativa Agresta.

La iniciativa pretende utilizar los recursos forestales como peones para combatir las emisiones de dióxido de carbono de empresas y eventos. El planteamiento, pionero, emplea un protocolo que calcula de forma homogénea la huella de carbono y está reconocido por el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC, en sus siglas en inglés).

"La iniciativa comprende tres partes: el cálculo, la reducción y la compensación de la huella de carbono", resume a DiCYT el responsable del proyecto, Íñigo Lizarralde. El proyecto lleva en marcha desde 2010.

Bajo el criterio de cálculo, los responsables de Huellacero estiman las emisiones de gases de efecto invernadero de los participantes. Para ello utilizan el protocolo GHG, "una especie de norma que dice qué medir y cómo", explica Lizarralde. El protocolo ha sido elaborado por el World Business Council For Sustainable Development y el World Resource Institute y divide las fuentes de emisión en tres alcances.

Las fuentes de emisión se dividen en tres alcances según la metodología de GHG Procotol. El alcance 1 se refiere a emisiones directas, como por ejemplo, los viajes en vehículos propios de la organización o la generación propia de energía. El alcance 2 contabiliza las emisiones indirectas debidas al consumo de energía generada fuera de la organización y, por último, el alcance 3 analiza el resto de emisiones indirectas, como los viajes en vehículos no pertenecientes a la organización en aviones, coches particulares, trenes y otros recursos utilizados, como el papel.

Una vez calculada la huella de carbono, los integrantes del proyecto realizan una propuesta de reducción. La recomendación tiene en cuenta la actividad de la empresa participante. "Si realiza importantes desplazamientos, se pone énfasis en la reducción de emisiones en los viajes; si la labor es más de oficina, el énfasis se desplaza al consumo de electricidad, ofreciendo alternativas para reducir la factura", indica el coordinador. Finalmente, a la empresa se le propone apadrinar una iniciativa de reforestación o gestión forestal, como método para compensar las emisiones de CO2 que produce

Empresas y bosques

"Los bosques absorben gran cantidad de CO2, por lo que a través de la compensación se pretende que las empresas y eventos participantes financien actividades directas, como las plantaciones de bosques, o de otro tipo, como de gestión forestal en, por ejemplo, ayudas a la regeneración mediante siembra", expone Lizarralde.

Hasta el momento, tres empresas y dos eventos se han mostrado interesados en este sistema de compensación: dos empresas, una bodega de la Denominación de Origen Navarra (Viñedos y Bodegas Ochoa) y una tonelera navarra (Intona) han obtenido la certificación de Huellacero. Próximamente alcanzará esta categoría otra empresa vitivinícola, Tomás Postigo, de la Denominación de Origen Ribera del Duero.

Cesefor y Agresta cuentan con un catálogo de cinco bosques en los que implementar las acciones de compensación, pero "damos prioridad a que la empresa decida dónde quiere la actuación, ya que no queremos que con el dinero que ofrecen, limpien la conciencia y se olviden de la iniciativa". De las cinco propuestas del banco de proyectos, una ya está en marcha. Se trata de una iniciativa de siembra de roble albar en el Pirineo navarro.

A la espera quedan tres iniciativas en la provincia de Soria, dos de repoblación (de pino laricio y pino carrasco en Valdeprado y Cerbón y de pino piñonero, pino carrasco y nogal en Tejado) y otra de gestión forestal (de poda de pino silvestre en El Royo). Existe otro cuarto proyecto aún huérfano de padrino en Salamanca, sobre gestión forestal sobre roble español.

Fuente: DICYT
Derechos: Creative Commons
Artículos relacionados