El Centro de Investigación Operativa (CIO) de la Universidad Miguel Hernández de Elche figura entre los 9 socios del proyecto SAMPLE que se dedicarán durante los siguientes 3 años a identificar y desarrollar nuevos indicadores y modelos de desigualdad para los territorios de reducido tamaño. Se espera que así las futuras encuestas de condiciones de vida se ajusten más a la realidad y las políticas europeas orientadas a erradicar la pobreza sean más eficaces.
La Unión Europea estableció en Gothenborg (2001) un plan estratégico con horizonte temporal de 2010 para reducir drásticamente, o en su caso erradicar, la pobreza en todos los países europeos. Asimismo declaró el año 2010 como año internacional de lucha contra la pobreza. Con objeto de establecer las políticas adecuadas al efecto, se consideró imprescindible disponer de un sistema de información preciso y continuado.
Los Institutos de Estadística Europeos debían recolectar datos de la población mediante una encuesta armonizada de condiciones de vida. Esta encuesta se realizó en España por primera vez en 2004 y desde entonces se utiliza para analizar las desigualdades sociales y dar indicadores de pobreza por Comunidades Autónomas. Pero se observó que las técnicas estadísticas tradicionales no permitían el uso de la citada encuesta para dar estimaciones fiables en territorios más pequeños que la Comunidad Autónoma, por ejemplo, la provincia o la comarca.
Por este motivo, los socios del proyecto SAMPLE emplearán los 874.000 euros que ha obtenido de la convocatoria del Séptimo Programa Marco para desarrollar soluciones adecuadas a estos territorios llamados “áreas pequeñas”. La información de estas áreas es imprescindible si se quieren establecer políticas efectivas de lucha contra la pobreza y la exclusión.
El proyecto se plantea introducir nuevos indicadores de pobreza y desigualdad que permitan mejorar el análisis de la realidad social y desarrollar metodologías de estimación en áreas pequeñas basadas en modelos estadísticos que recojan información de carácter temporal y espacial. Después integrará datos de distintas fuentes estadísticas y finalmente desarrollará un software.
El grupo de investigación de la UMH se ocupará de desarrollar los procedimientos de estimación de indicadores de pobreza basados en modelos temporales. Se trata de aprovechar la información de tiempos pasados para poder mejorar el conocimiento del presente. De esa forma, la escasez de datos en provincias o comarcas se puede suplir con el seguimiento temporal de lo que ha ocurrido en ellas hasta el momento presente.
“Al finalizar el proyecto se dispondrá de una metodología y software que, aplicándolo a las encuestas de condiciones de vida de los países de la Unión Europea, permitirá la obtención de indicadores de pobreza y desigualdad en territorios pequeños. Con estos resultados se espera facilitar la labor de elaboración de planes específicos de lucha contra la pobreza en Europa”, explica Domingo Morales, investigador del CIO.
El Centro de Investigación Operativa, instituto universitario de la Universidad Miguel Hernández, cuenta con seis unidades de investigación en las que trabajan 48 investigadores en diferentes niveles e implicaciones: Aplicaciones Estadísticas; Investigación y Consultoría de Marketing; Matemática Aplicada; Optimización de Recursos, Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, y Teoría de Juegos y Programación Semi-Infinita.
Entre los objetivos de desarrollo del centro se encuentran las investigaciones aplicadas de carácter socioeconómico como el análisis estadístico sobre datos experimentales u oficiales, el estudio de eficiencia de organismos públicos o privados, la planificación y la calidad, la gestión óptima de recursos, la elaboración de software, las herramientas informáticas para Internet y páginas web, el análisis financiero y contable, la comercialización y el análisis de mercados, etc.
Ecuaciones para modelar el crecimiento de tumores, algoritmos para probar futuras máquinas, avanzadas teorías de computación y una fórmula para marcar un gol son algunos de los temas que se han tratado esta semana en la capital andaluza durante el 9º Congreso Europeo de Matemáticas.
La frecuencia con la que los animales voladores, sean aves, insectos o murciélagos, agitan sus alas es proporcional a la raíz cuadrada de su masa corporal dividida por el área alar. Investigadores daneses han dado con esta fórmula, que también se puede aplicar para animales nadadores como las ballenas y los pingüinos.
