Tratar de manera anticipada e intermitente la malaria infantil supone una ventaja adicional para la prevención de la enfermedad. Tres ensayos, realizados en Burkina Faso, Mali y Gambia (África) y publicados esta semana en la revista PloS Medicine, recomiendan un sistema apropiado para extender su tratamiento a la mayoría de las zonas del África subsahariana.