Los cronómetros marinos eran relojes de muy alta precisión que se utilizaban para determinar la longitud en la que se encontraba el barco. Dicha coordenada, junto con la latitud, permitía determinar la posición de la nave. Hasta su invención, los sucesivos errores en la medida del tiempo, y por lo tanto de la coordenada longitud, tenían graves consecuencias que podían incluso provocar el naufragio del barco. José Rodríguez de Losada, relojero español afincado en Londres fue el fabricante de este cronómetro marino.