Todos los tipos de quesos están formados por unos elementos volátiles que, analizados, proporcionan información sobre su correcta o incorrecta composición. Sin embargo, su transformación espontánea en vapor dificulta la medición. Investigadores de la UNED han participado en el desarrollo de un nuevo método que analiza de forma rápida y sencilla estos elementos en el queso de leche de oveja.