La luz proveniente de la fibra óptica de entrada se colima, es decir, se paraleliza a través de una lente e ilumina el SLM y una red de difracción fija; una segunda lente, a la salida, acopla el primer orden de difracción de la luz en la fibra(s) óptica(s) de salida que se coloca en el plano focal de la lente, donde se localiza la transformada de Fourier del holograma, que para el caso de un holograma de barras, es un conjunto de puntos equidistantes de intensidad luminosa variable.