La levadura responsable de la fermentación del vino, la cerveza y el pan (Saccharomyces cerevisiae) encuentra un hábitat perfecto para los cruces genéticos en el intestino de las avispas, según publica la revista PNAS.
Un equipo liderado por Duccio Cavalieri, de la Fundación Edmund Mach y la Universidad de Florencia (Italia), con participación del Institut de Biologia Evolutiva (CSIC-UPF), analizó la conducta de apareamiento de las levaduras en el medio silvestre. Por ejemplo, la levadura de cerveza, que se encuentra con frecuencia en los intestinos de las avispas, ayuda a que arraque el proceso de fermentación del vino después de que estos insectos dejen restos de levadura sobre las uvas.
Aunque la levadura de cerveza normalmente no se cruza con cepas de levadura con las que no está relacionada, los autores encontraron pruebas de lo contrario dentro del intestino de las avispas.
En concreto, identificaron varios híbridos entre la levadura de cerveza y cepas de levadura alejadas, así como un cruce raramente observado entre la levadura de cerveza y la Saccharomyces paradoxus salvaje.
Experimentos con cepas de levaduras específicas introducidas en los intestinos de estos insectos revelaron que las cepas no relacionadas se apareaban con regularidad, y que S. paradoxus solo podía sobrevivir en el intestino de una avispa si se cruzaba con S. cerevisiae. Tales cepas híbridas son la fuente de varias levaduras industriales utilizadas para la elaboración de la cerveza y el vino. Según los autores, las tripas de las avispas proporcionan un caldo de cultivo para realizar nuevas combinaciones genéticas de levaduras.