Dos estudios norteamericanos, publicados esta semana en la revista Science, revelan que las moscas de la fruta (Drosophila melanogaster) necesitan dormir para fijar los recuerdos adquiridos durante el día. Ambas investigaciones respaldan la teoría de la homeostasis sináptica, que sostiene que las conexiones entre neuronas crecen y se fortalecen cuando estamos despiertos y se relajan cuando dormimos.