Una investigación realizada en la Universidad de Granada destaca que este método apenas produce fallos, precisa de pocas revisiones médicas y, en general, supone una menor pérdida de sangre para la mujer. Para llevar a cabo este trabajo, el más completo que se realiza en España, sus autores analizaron la inserción de 372 implantes subcutáneos de gestágeno en mujeres, controlándolos durante un período de tres años.