Las células del músculo cardíaco están cubiertas con moléculas de señalización especializada conocidas como β1 y β2-receptores adrenérgicos (βARs), cuyas actividades son fundamentales para el funcionamiento del corazón. Una nueva investigación del Imperial College de Londres demuestra que un cambio en la distribución espacial de uno de estos receptores podría contribuir a la insuficiencia cardíaca.
Los autores analizaron las células del corazón de ratas y ratones y descubrieron que, en animales sanos, los β2ARs permanecieron en las grietas conocidas como túbulos transversales y, por lo tanto, su campo de producción de productos de señalización se limitó a algunas regiones confinadas de las células.
Sin embargo, en las células de los roedores con insuficiencia cardíaca, se encontraron los β2ARs para ser distribuidos en toda la superficie de la célula, creando señales magnéticas del corazón difusas. Los investigadores sugieren que la disposición espacial de dichas señales es clave en el desarrollo de insuficiencia cardíaca. Sus hallazgos, que se publican en Science, podrían conducir en el futuro a una mejor comprensión de las enfermedades cardíacas.