Investigadores del University College de Londres han identificado el que puede ser el cometa más grande medido hasta la fecha. Se trata del cometa McNaught, que en enero y febrero de 2007 se convirtió en el cometa más brillante visible desde la Tierra en los últimos 40 años.
En vez de usar la longitud de la cola para medir la escala del cometa, algo muy difícil de mediar a la distancia en que se encuentra, el grupo ha usado datos de la nave Ulises de la ESA y la NASA para calcular el tamaño de la región de espacio perturbado por la presencia del cometa. El análisis de datos magnetométricos muestra pruebas de una onda expansiva deteriorada que rodea al cometa, creada cuado el gas ionizado emitido desde el núcleo del cometa se une a las partículas que fluyen rápidamente del viento solar, provocando que el viento se ralentice de forma abrupta.
Ulises se había cruzado de forma fortuita en 2007 con la cola de McNaught, y tardó 18 días en atravesar el viento solar que rodeaba al cometa, lo que muestra que fue un obstáculo inmenso. Para hacernos una idea, la nave sólo tardó dos días en atravesar ese espacio cuando se cruzó con el cometa Hyakutake. Los resultados se presentan en el encuentro de la Royal Astronomic Society en Glasgow.