Los tetraedros, sólidos de cuatro caras triangulares, se pueden empaquetar más densamente que lo que hasta hora se pensaba, según ha demostrado un equipo de investigadores de la Universidad de Michigan (EE UU) mediante simulaciones termodinámicas por ordenador. Con este método los científicos han comprobado que al someter a un conjunto de tetraedros a una compresión simulada el sistema evoluciona de forma natural hacia configuraciones muy densas.
Los investigadores han conseguido de esta forma desarrollar un nuevo tipo de “cuasicristal”, el primero que se puede formar con partículas inflexibles o no esféricas. El descubrimiento, que recoge esta semana la revista Nature, demuestra que la forma de las partículas es suficiente, por sí misma, para producir estructuras ordenadas extremadamente complejas.