Aunque las enfermedades cardiovasculares congénitas representan el defecto de nacimiento grave más común, hasta el momento los científicos no habían identificado la variación que poseen los genes que las desencadenan. Ahora, un equipo de genetistas y cardiólogos ha descubierto una variación genética en el cromosoma 5 que aumenta de forma importante el riesgo de padecer estas enfermedades congénitas.