Un equipo de investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) ha estudiado por primera vez el espectro de la Tierra reflejado en la Luna, como medida de referencia para la búsqueda de vida en otros planetas fuera del Sistema Solar. El método consiste en analizar la atmósfera terrestre como si se tratara de un planeta lejano, ver cuáles son sus principales marcadores biológicos (oxígeno, dióxido de carbono, agua, metano, etc.) y extrapolar el modelo a los nuevos planetas que se descubran, comparando si se dan las condiciones idóneas para que pueda existir vida.