Científicos de la Universidad de California, Irvine, han desarrollado un experimento con el que han conseguido prevenir las pérdidas de memoria en ratones administrándoles vitamina B3. Ahora llevan a cabo un ensayo clínico para estudiar sus efectos en humanos. Los investigadores observaron cómo la nicotinamida, una de las formas de la vitamina B3, redujo los niveles de la proteína que provoca el desarrollo de enredos neurofibrilares, una de las lesiones cerebrales relacionadas con el Alzheimer. La vitamina también fortaleció el andamiaje por el que circula la información en las células cerebrales, ayudando a mantener las neuronas vivas y previniendo los síntomas en los ratones, programados genéticamente para desarrollar la enfermedad. La investigación se publica el 5 de noviembre en el Journal of Neuroscience.