Un estudio descarta que las supernovas de tipo Ia, que se usan para medir distancias cósmicas, procedan de la explosión de una enana blanca alimentada por una estrella normal, sino de otra enana blanca compañera. El trabajo, liderado por el CSIC, se basa en la observación de la supernova 2014J, situada a 11,4 millones de años luz de la Tierra.