Investigadores de centros españoles y de Australia han desarrollado un método para aplicar la resonancia magnética a escala nanométrica, lo que puede ayudar a escanear’ células individuales. La técnica se basa en el uso de átomos artificiales, fabricados con nitrógeno dentro de un cristal de diamante, y su manipulación mediante una pinza láser. Así se pueden sondear campos magnéticos tan débiles como los de las proteínas.