Investigadores de la Universidad Jaume I de Castellón (UJI) han provocado mutaciones genéticas en las semillas de cítricos a través de radiaciones de rayos gamma para seleccionar naranjos más resistentes a la sequía y a los elevados niveles de salinidad de los pozos de riego de toda la zona mediterránea. Durante los cinco años del proyecto, los científicos han realizado pruebas en más de 50.000 semillas de las que han obtenido 15 nuevos genotipos con una elevada tolerancia a la salinidad.