El experimento ALICE del gran colisionador LHC del CERN ha efectuado una medida muy precisa de las diferencias entre los ratios de la masa y carga eléctrica de núcleos ligeros (del deuterio –un isótopo del hidrógeno– y el helio-3) y sus respectivos antinúcleos (del antideuterio y antihelio-3, respectivamente).
El resultado se ha publicado esta semana en la revista Nature Physics y confirma una simetría fundamental de la naturaleza con una precisión sin precedentes (las medidas se mejoran en un factor de 10-100) para los núcleos ligeros. Se trata de la denominada simetría CPT, que implica que todas las leyes de la física siguen siendo las mismas tras un cambio simultáneo de la conjugación de carga (C), trasformación de paridad (P) e inversión temporal (T).
En la imagen, el detector de ALICE y mediciones de pérdida de energía para identificar antinúcleos (curvas superiores a la izquierda) y núcleos (curvas superiores a la derecha) producidas en colisiones de iones de plomo.