La interacción entre los antiprotones –los equivalentes de antimateria de los protones– es atractiva, y presenta dos parámetros característicos (la denominada ‘longitud de dispersión’ y el ‘alcance efectivo de la interacción’) que son consistentes con los valores de la interacción protón-protón.
Por primera vez se ha conseguido este resultado, que los miembros de la colaboración STAR publican esta semana en la revista Nature. Para la investigación se ha utilizado el colisionador relativista de iones pesados del Laboratorio Nacional de Brookhaven (EE UU), con el que han producido antiprotones al chocar átomos de oro a alta energía.
Las antipartículas se habían detectado previamente, pero es todo un reto producirlas en cantidades suficientes para medir la interacción entre ellas.
Los autores concluyen que la medida registrada de la interacción entre dos antiprotones (ilustrados en la imagen), una de las formas más simples de antinúcleos, es un paso hacia la comprensión de la estructura y propiedades de otros antinúcleos más complejos.