Científicos de la Universidad de Granada han demostrado por primera vez que existe una relación genética entre la depresión y la obesidad, dos de las enfermedades con mayor prevalencia en nuestra sociedad. Su trabajo, pionero a nivel mundial, ha descubierto que la depresión modifica el efecto del gen conocido como “gen de la obesidad (FTO)” sobre el índice de masa corporal de un individuo.