Hoy, un poco antes de las cinco de la tarde, hora local brasileña –las 21:00 en Madrid–, en el estadio Arena Corinthians de São Paulo, un joven parapléjico brasileño se levantará de una silla de ruedas, caminará al centro del campo y chutará el balón en la ceremonia de apertura del Mundial de Fútbol. Esto será posible porque irá equipado con un exoesqueleto controlado con la mente, que ha desarrollado por un equipo de 150 científicos e ingenieros de todo el mundo bajo la dirección del neuroingeniero brasileño Miguel Nicolelis.