Las cicatrices de antiguas colisiones marcan el camino por donde los continentes vuelven a romperse. Ésta es la principal conclusión de una investigación internacional en la que participa el geólogo de la Universidad de Salamanca Gabriel Gutiérrez y que acaba de ser publicada en la revista Investigación y Ciencia tras aparecer en American Scientist. En concreto, el estudio se centró en la formación y desaparición del Océano Reico, que nació hace 500 millones de años al desgajarse los continentes Avalonia y Carolina del supercontinente Gondwana.