La encefalopatía espongiforme bovina (EEB), conocida popularmente como mal de las vacas locas, es una enfermedad de reciente aparición, causada por priones. La EEB puede transmitirse a humanos a través del consumo de animales infectados, especialmente de tejidos nerviosos. Los primeros casos de animales enfermos se declararon en el Reino Unido en 1986, lo que motivó un embargo de la UE a la carne británica. Diez años después, se detectó una nueva enfermedad en humanos, una variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.