En octubre de 1915 llegaba a las librerías La Metamorfosis de Franz Kafka (Praga, República Checa, 3 de julio de 1883 – Kierling, Austria, 3 de junio de 1924). Comenzaba así la andadura de un relato que se convertiría –aunque su autor no pudiera sospecharlo– en uno de los libros más leídos de la historia de la literatura.
Traducido a más de 30 idiomas, La metamorfosis narra la historia de Gregorio Samsa, el comerciante que “después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto”. Durante el libro, el malogrado mercader sufre el rechazo de su familia, que convive con él en un clima de terror y asco.
Todavía hoy se debate sobre el significado de la obra y sobre el tipo de insecto en el que se transformó Samsa. Kafka nunca llegó a aclararlo y, probablemente, tampoco quiso hacerlo. En una carta a su editor en octubre de 1915, el autor ya advertía que al ilustrar la portada, "el insecto no debe ser dibujado, ni siquiera desde la distancia". Y a pesar de que suele pensarse que el desdichado hombre se convierte en una cucaracha, su obra nunca menciona esta palabra.
Tras la formación de Checoslovaquia en 1960, las obras de Kafka fueron prohibidas en el recién creado país y no fue hasta 1989 cuando los libros del ilustre escritor, incluyendo La Metamorfosis, regresaron a las estanterías de la ciudad que le vio nacer.
Fuente: Wikipedia Commons, eldiario.es