La figura de Matilda Joslyn Gage, nacida el 24 de marzo de 1826, es ya célebre en las reivindicaciones que defienden la posición de las mujeres en el ámbito científico. Criada en una familia progresista de Nueva York, sus padres organizaron uno de los llamados Underground Railway (ferrocarriles subterráneos), una red clandestina de apoyo a los esclavos fugitivos.
Con apenas 18 años, se casó con Henry Hill Gage y tuvieron cinco hijos. Matilda, que heredó los fuertes ideales familiares, continuó la tarea de los ferrocarriles en su propio hogar, por lo que se enfrentó a numerosas multas y penas de cárcel.
Además de ser una ferviente abolicionista de la esclavitud, Joslyn también asistió a los albores del sufragismo estadounidense. En 1852 participó en el tercer encuentro de la Convención Nacional sobre los Derechos de las Mujeres, donde pronunció su primer discurso, revelándose como una excelente oradora y escritora. Su posición radical la alejaba de posturas más conservadoras, limitadas a exigir el voto. Obstinada en conquistar más derechos civiles, apoyó la campaña de Victoria Woodhull, la primera candidata presidencial del país.
Desde 1875 Matilda presidió la Asociación Nacional del Sufragio Femenino, cargo que compaginó con una prolífica obra escrita. Tres años más tarde, compró el Ballot Box y lo renombró como The National Citizen and Ballot Box. En sus páginas, expuso sus ideas en defensa de la emancipación de las mujeres y los nativos americanos. Además, fue coautora de los tres primeros volúmenes de la Historia del sufragio femenino con Stanton y Anthony.
Su militancia vio los primeros frutos en 1880, cuando pudo al fin ejercer el voto. Fue en Fayetteville (Nueva York), donde eligió a los miembros de los consejos escolares de la zona. Aunque profesaba una profunda fe religiosa, Matilda creía que las enseñanzas de la Iglesia sobre la inferioridad femenina obstaculizaban el progreso. Por este motivo, fundó en 1890 la Unión Liberal Nacional de Mujeres. La activista plasmó esta tesis en su ensayo Mujer, iglesia y estado (1893).
Joslyn falleció en Chicago en marzo de 1898. Enterrada en el cementerio de Fayetteville, sus restos los custodia una inscripción que reza: Existe una palabra más dulce que madre, hogar o cielo; esa palabra es libertad.
La valiente trayectoria de esta sufragista perdura en nuestra memoria. En 1993, la historiadora de la ciencia Margaret W. Rossiter bautizó en su honor el “Efecto Matilda”. Este se refiere a la gran brecha en el salario y la reputación que las mujeres científicas sufren respecto a los hombres.
En 2021, la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT) presentó la campaña #NoMoreMatildas, en referencia al efecto descrito por Rossiter para reivindicar los nombres de muchas otras Matildas olvidadas por la ciencia.