El ingeniero y matemático Leonardo Torres Quevedo nació tal día como hoy, el 28 de diciembre de 1852, en Santa Cruz de Iguña (Cantabria). Es conocido como “el más prodigioso inventor de su tiempo”, y su trabajo es considerado precursor de la cibernética, del cálculo analógico y de la informática.
Torres Quevedo ingresó en la Escuela Oficial del Cuerpo de Ingenieros de Caminos en 1871. Un largo viaje por Europa le permitió profundizar en el progreso científico y técnico de la época. En 1889 se instaló en Madrid, donde vivió intensamente el ambiente cultural y científico.
Una de sus primeras invenciones fueron los Astra-Torres, un dirigible flexible que ofrecía las mismas prestaciones que modelos rígidos como el Zeppelin. Las fuerzas armadas de múltiples países quisieron utilizarlo, como la Marina Nacional de Francia, la Royal Navy británica o la Armada Imperial Japonesa.
En 1903 Torres Quevedo presentó el Telekino, un sistema de control remoto por ondas hertzianas. Se trata del primer aparato de radio-dirección del mundo. En el año 2006, la IEEE reconoció el telekino como un ‘hito’ mundial para la historia de la ingeniería.
Una de sus obras más conocidas es el Spanish Aerocar, el transbordador que cruza las cataratas del Niágara. Se inauguró en 1916, y continúa en activo hoy en día como el más antiguo en funcionamiento del mundo.
Torres Quevedo formuló una nueva rama de la ingeniería: la automática, y sentó las bases de lo que posteriormente se conocería como inteligencia artificial. Diseñó el Aritmómetro electromecánico, una máquina electromecánica capaz de realizar cálculos de forma autónoma.
En la Feria de París de 1914 presentó El Ajedrecista, un sistema electromecánico capaz de jugar al ajedrez contra un humano y que expandió su figura a nivel internacional. Para muchos, este invento fue el primer autómata capaz de jugar ajedrez de la historia.
En su trayectoria profesional destacan varios títulos de renombre. El rey Alfonso XIII le concedió la Medalla Echegaray, fue elegido presidente de la Sociedad Matemática Española y La Sorbona de París lo nombró Doctor Honoris Causa. Además, el inventor perteneció a la Real Academia Española y a la Academia de Ciencias de París.
Leonardo Torres Quevedo falleció en Madrid el 18 de diciembre de 1936 a la edad de 83 años.