El 4 de octubre de 1958, el avión comercial DeHavilland Comet 4 fue el primer modelo de aeronave a reacción que realizó un viaje transatlántico con pasajeros. Ese día, dos aviones idénticos de la compañía British Overseas Airways Corporation con capacidad para 78 personas partieron de Londres y Nueva York, respectivamente, con destino a la otra orilla del océano Atlántico.
El Comet 4 que despegó del Reino Unido tuvo que parar a repostar en la isla canadiense de Terranova, pero fue capaz de completar la ruta hasta Nueva York en un tiempo de 10 horas y 22 minutos. A pesar del hito, la bienvenida no fue especialmente cariñosa. Según testimonios de los pasajeros de aquel vuelo, cuando los pasajeros aterrizaron y se dirigieron a la terminal del aeropuerto fueron abucheados por decenas de personas.
Por su parte, el avión que partía de EE UU con destino a la capital del reino británico realizó un vuelo mucho más rápido por el viento favorable de cola. Una circunstancia que le permitió cruzar el océano sin repostar en un tiempo récord para la época, 6 horas y 11 minutos.
Por aquel entonces, existían varias compañías que operaban en la ruta Londres-Nueva York, pero los aviones volaban con motores de hélice y los tiempos de trayecto se dilataban hasta más de 14 horas. Además, era necesario efectuar varias paradas en distintas islas del Atlántico para repostar combustible y completar el viaje.