El 18 de julio de 1635 (aunque con los cambios del calendario gregoriano hoy sería el 28 de julio) nacía en la Isla de Wight (Reino Unido) Robert Hooke, considerado uno de los científicos experimentales más importantes de la historia.
Este polemista incansable de gran genio creativo, investigó en campos tan variados como la biología, la medicina, la horología (ciencia de medir el tiempo), la física planetaria, la mecánica de sólidos deformables, la microscopía, la náutica y la arquitectura. Ha sido llamado el ‘Leonardo de Inglaterra’.
De ojos saltones y pelo rizado, este hijo de clérigo pasó de ser un mero asistente de laboratorio a convertirse en el eje de la Royal Society. Sus inventos fueron numerosos, su trabajo con los microscopios permitieron introducir la palabra 'célula' y desarrolló la ley de Hooke, donde establece que el alargamiento que experimenta un cuerpo elástico es proporcional a la fuerza aplicada sobre el mismo.
En 1664, con un telescopio de construcción propia, Robert Hooke descubrió la quinta estrella del cúmulo del Trapecio, en la constelación de Orión. Fue además el primero en sugerir que Júpiter gira alrededor de su eje. Sus detalladas descripciones del planeta Marte fueron utilizadas en el siglo XIX para determinar su velocidad de rotación.
Sus polémicas con Newton acerca de la paternidad de la ley de la gravitación universal han pasado a formar parte de la historia de la ciencia. Parece ser que Hooke era muy prolífico en ideas originales que luego rara vez desarrollaba.
Pese al prestigio que alcanzó, sus restos yacen en la iglesia de St Helen (Bishopsgate), en Londres, pero se desconoce la ubicación exacta de su tumba.