Tomarse un refresco en un hotel lunar con vistas a la Tierra será posible en menos de 20 años según los expertos en turismo espacial, un horizonte comercial a la vuelta de la esquina que plantea interrogantes de ciencia ficción que requieren respuestas basadas en hechos reales. Salvo cataclismos terrestres como el impacto de un cometa, dijo a Efe el fundador del Space Tourism Society, John Spencer, la explotación económica de la órbita y los astros vecinos del planeta azul es inevitable. En un lustro ya será una moda entre las clases pudientes experimentar la gravedad cero y tomar fotos de la curvatura de la Tierra a bordo de un vuelo de Virgin Galactic o SpaceX.