Desde hace veinte años, médicos y enfermeras dominicanos y estadounidenses realizan cirugías reconstructivas gratis a personas de escasos recursos económicos y que padecen de todo tipo de anomalías, congénitas o adquiridas, para llevar un soplo de esperanza a los que no tienen nada para mejorar su presencia o a los que lo han perdido todo en busca de cambiar su aspecto físico.