Investigadores del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (centro mixto del CSIC y la Universidad Politécnica de Valencia) y la Unidad de Investigación en Genómica Vegetal del instituto francés Evry, han descubierto una forma de mejorar la longevidad de las semillas de las plantas. Sus resultados han sido publicados en la revista Plant Physiology.
La clave reside en la sobreexpresión del gen ATHB25; este gen codifica una proteína reguladora de la expresión de otros genes. Según han comprobado los investigadores, las plantas que sobre expresan dicho gen tienen aumentada la cantidad de giberelina, que es la hormona que promueve el crecimiento de las plantas, lo que genera a su vez un refuerzo de la cubierta protectora de la semilla.
“Esta cubierta es la responsable de evitar la entrada de oxígeno en la semilla; el aumento en la giberelina la hace más fuerte y esto deriva al final en una mayor resistencia y longevidad de la semilla”, explica el investigador del CSIC Eduardo Bueso.