Los nuevos tratamientos contra el cáncer de mama, que elevan la supervivencia al 80 %, han permitido, junto a los cribados masivos, acorralar este tumor maligno, el más frecuente entre las mujeres, y convertirlo en una enfermedad crónica, según proclama la prestigiosa oncóloga valenciana Ana Lluch.
La jefa del servicio de Hematología y Oncología Médica del Hospital Clínico de Valencia destaca que en los últimos dos años se ha producido una "revolución" en el arsenal terapéutico, con la incorporación de fármacos biológicos e inmunológicos, efectivos y con menos efectos secundarios que los usados hasta ahora.