iCub es un conejillo de indias, aunque él no lo sepa. Se trata de un sofisticado 'robot niño' con el que un equipo de la Universidad Pompeu Fabra investiga la relación entre cerebro y mente y que es capaz de interpretar un instrumento musical (el sintetizador reactable) y que, en breve, podrá incluso componer.
Este pequeño androide de grandes ojos, de la altura de un niño de cuatro años (y de 22 kilos de peso) y que llegó a Barcelona en 2009, tiene una veintena de "hermanos" repartidos por toda Europa y EEUU -cada uno valorado en unos 300.000 euros-, con los que se están llevando a cabo diferentes experimentos, desde la destreza manual a la percepción del entorno por medio de la vista o el oído.