Investigadores del Centro Vasco sobre Cognición, Cerebro y Lenguaje han demostrado que las personas que dominan a la perfección dos idiomas recurren a aquel en el que aprendieron a calcular para hacer operaciones aritméticas sencillas, debido a que el lenguaje deja una huella en la memoria durante el aprendizaje. La investigación sirve para conocer mejor trastornos como la discalculia.