Un móvil modular de LG o las curvas pulidas del Samsung Galaxy S7 han sido algunos de los protagonistas de la primera jornada del Mobile World Congress. LG y Samsung sí han reservado para Barcelona la presentación de sus terminales estrella, Galaxy S7 y S7 Edge y el modular G5, aunque la realidad virtual y los dispositivos híbridos que funcionan como un ordenador también han llamado la atención en esta jornada inaugural.
Los principales cambios que introduce el Galaxy S7 son internos y tienen que ver con rendimiento –un procesador un 30% más potente–, autonomía –3.000 y 3.600 miliamperios– y óptica –cámara con enfoque más rápido y que capta más luz–.