Una vez año, California entrena para lo que, según los expertos, podría ocurrir en los próximos 30 años. Es el Big One, el gran terremoto de 8 en la escala de Richter que asolaría Los Angeles. Según los expertos morirían unas 1.800 personas y 50.000 resultarían heridas. Hasta en los colegios ensayan cómo comportarse si llegara ese momento.