Un equipo de científicos de la European Society for Translational Antiviral Research ha analizado casi 9.000 genomas de cepas del VIH-1 del subtipo B provenientes de 78 países, con el objetivo de 'mapear' su expansión en el mundo durante los últimos 50 años.
El estudio apunta que la expansión este subtipo –la cepa del virus más abundante en Europa, Australia y América– refleja los acontecimientos geopolíticos de la segunda mitad del siglo XX.
Según la investigación, recogida por la revista Journal of Molecular Epidemiology and Evolutionary Genetics of Infectious Diseases, las cepas de Europa del Este y Occidental no se mezclaron entre sí hasta la caída del Telón de Acero, cuando la migración entre ambas regiones fue menos restringida.
De los resultados del estudio se desprende que factores como el comercio internacional, el turismo o los movimientos migratorios tienen un papel relevante en la dispersión del VIH a nivel internacional.